Llego el día, la verdad cuando me enteré de que se iba a
cancelar la obra ya iniciada del aeropuerto de Texcoco para iniciar otro
aeropuerto internacional en terrenos de un viejo aeropuerto del ejército, no pude más que pensar que el presidente Lopez Obrador si era como sus
opositores lo pintan, un tipo loco, vengativo, necio e ignorante (en el mejor
de los casos).
Ayer se inauguró el Aeropuerto Felipe Ángeles y como
probablemente el 97 por ciento de ustedes, no lo conozco todavía. Por increíble
que parezca aunque para algunos eso no les ha sido impedimento para opinar, para mi ese pequeño detalle no me permite opinar sobre si es al menos
“bonito”. Sin embargo. las fotos y reseñas de diferentes medios, algunos incluso que no se
distinguen por su objetividad en temas de gobierno lo califican como “impresionante”,
las reseñas de personajes de la vida pública en México, artistas, deportistas,
empresarios, etc. que si estuvieron ahí y que compartieron opiniones con
adjetivos como “extraordinario” o “muy bonito” por lo menos.
También, imposible dejar pasar todos los comentarios e
imágenes de quienes a pesar de lo que parecía perfecto, mostraban las
imperfecciones de este nuevo aeropuerto, un poste de luz que se vino abajo, un
puerto de carga de celulares que tenía “falso contacto” (si ya se, también
pensé lo mismo) y la imagen que sacudió a las redes, Una señora que “se colo” a
una de las salas del aeropuerto, con su
comal y sus materias primas para elaborar Tlayudas, que para quien no las
conozca, son una especie de tostadas de masa azul o amarilla que puedes encontrar
sin preparar o preparadas con nopales, crema queso, frijoles, etc. aunque al mismo tiempo circulaban en las
mismas redes imágenes que demostraban que la señora se encontraba fuera de las
salas del aeropuerto en uno de los estacionamientos, pero que fueron ahogadas
por la indignación de muchos en redes sociales, “como es posible que un
aeropuerto internacional permita que se vendan cosas como si fuera un tiangis”
“no somos de primer mundo y nunca los seremos” etc.
Ayer mismo comentaba con amigos estos hechos y me atreví a
decir que si se iba a tener un aeropuerto con llegadas y salidas agiles y a
tiempo, espacios amplios y seguros, no tener que correr de una sala a otra por
el típico “fíjate que no, que siempre no es en esta sala donde vas a abordar”
se los cambiaba con gusto por todas las tlayudas del mundo. Y así como si
estuvieran esperando esa respuesta me mostraban “reportajes” sobre el retraso
de algún vuelo el día de ayer en ese aeropuerto a lo que ya no quise responder,
aunque obviamente los retrasos se dieron por temas de las aerolíneas y su
operación, no del aeropuerto y su “incapacidad” para atender la demanda.
Muchas de las imágenes que se mostraban ayer en redes
sociales parecían enfocarse en el techo del aeropuerto, (si ya se, también
pensé lo mismo otra vez), el techo, porque al parecer, algunas personas esperaban
otra clase de techos, a lo mejor un plafón que ocultara las laminas del techo,
que se yo. y de ahí, las comparaciones, esas odiosas comparaciones, que si
parecía el techo de una bodega Aurrera o la plaza x. bueno hasta comentarios
que si preferían que no tuviera techo!
Tanto coraje y frustración demostrado por el aeropuerto me
llevo a pensar que a lo mejor si estoy mal, y es muy importante que tenga un
techo bonito, o que en lugar de la señora de las tlayudas estuviera una
sucursal del Red lobster en el estacionamiento por lo menos, (aunque la fila de
las tlayudas era mayor que la del Starbuks, ese sí, ubicado dentro del
aeropuerto). Pero siempre venia a mi el mismo pensamiento, y es que yo no
quiero vivir en el aeropuerto, no me interesa estar ahí por más tiempo del
estrictamente necesario para subir/bajar del avión y largarme a la chingada, o
adonde fuera que me dirigiera. Por que carajo me iba a interesar algo mas del
aeropuerto. Sinceramente he tenido la fortuna de viajar mas o menos seguido y he
estado en muuuuchos aeropuertos, pero si me preguntan cual prefiero, mi
respuesta será siempre la misma, ninguno.
Y es que, como me decía un amigo ayer “no estaría mal que
saliéramos de la mediocridad empezando con tener un aeropuerto de primer mundo”
y si, sabes que llegaste a primer mundo por que es el primer mundo, no por que
el aeropuerto te haga pensar que lo es.
Estuve en el aeropuerto de Dubai, calificado como uno de los
mas lujosos aeropuertos del mundo y si lo era, impresionante, aunque para mi gusto
más que aeropuerto parecía un gran centro comercial con tiendas super
exclusivas, y luces y palmeras doradas, para que carajo me servía a mi tener al
alcance de mi mano marcas que no podría comprar o no querría comprar aun
teniendo la oportunidad de endeudarme. pero como dije, las malditas
comparaciones no son buenas.
O como cuando estuve en el aeropuerto Charles de Gaulle en Francia,
que, si ahora me preguntan, si creo que tuve la oportunidad de mirar el techo y
no era muy diferente al techo que vi ayer en las imágenes del AIFA, pero de
nada fue útil, el techo no me hizo mejores las casi 10 horas que pasé esperando
mi vuelo, eso sí, en un aeropuerto de primer mundo porque obvio, estaba en una
ciudad de primer mundo.
El aeropuerto ya está hecho, ojalá lo disfruten (o no, si no
lo quieren disfrutar) pero les encargo, hay que empezar a pensar, ubicarnos
para lo que sirve el aeropuerto y si, si hablamos de “la puerta de entrada al
país” (con música dramática de fondo) que no se les olvide que la puerta de
entrada al país en la ciudad de México huela a cloaca desde hace muchos años,
que ahí sí, no me comería una tlayuda en el estacionamiento, solo del asco por
los olores nauseabundos.
Relájense queridos “fifis” y “chairos” mejor pregúntense
esto cuando viajan, ¿cuál es su destino, que vale la pena disfrutar? yo no he
visto a muchos de ustedes con fotos en el aeropuerto, ¿o sí?
Foto: Rafael Ramírez- El sol de México.
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