Site Player

martes, 26 de mayo de 2015

El caso Christopher y los padres sin castigo.

La primera vez que lo escuche fue como una nota mas de esas que todos los días dan los noticieros radiofónicos matutinos y que solo alimentan el morbo tempranero de sus radio escuchas cautivos.
Después, se volvió parte de la platica entre compañeros de trabajo en las pequeñas pausas en las labores diarias, ahí fue que las exclamaciones de ellos en la oficina captaron mi atención hacia el tema. pero no fue sino hasta este fin de semana que leí la nota periodística de las marchas que se realizaron en chihuahua clamando justicia por un niño de nombre Christopher de tan solo 6 años que fue muerto por otros niños de diferentes edades en lo que aparentemente era un juego y que termino siendo una inenarrable muestra de sadismo y crueldad impensable en niños de esa edad, hasta ahora.
El resultado de las investigaciones llevo ante el juez a 2 niñas y 3 niños, dos de los cuales con quince años cumplidos serán recluidos en el tribunal para menores de Chihuahua, los otros 3 por ser menores de 14 años estarán bajo custodia del DIF aunque hay notas periodísticas que los dan ya como libres y en sus respectivos hogares.
El caso decía yo, es de llamar la atención por sus características, pero ademas por el clamor de justicia que la sociedad ha hecho suyo y que tiene que ver con el deseo de que los responsables de este crimen sean llevados a prisión de la misma forma en que se haría con un mayor de edad, no obstante que en esta materia la ley solo dispone que los implicados solo sean sujetos a asistencia social y por ningún motivo a encarcelamiento.
El debate entonces se centra en la pertinencia de tratar a menores como criminales adultos tras cometer un delito y es que seamos sinceros, cualquiera en los zapatos de los padres del pequeño  Christopher pediríamos hasta la horca para los responsables, y poco nos importaría la edad de los que lo cometieron. pero, ¿es de estos niños la culpa?
No cabe duda de que ellos fueron los autores materiales e intelectuales de este delito, ellos lo ejecutaron y si no lo planearon antes, al menos fueron improvisando hasta el final pero, ¿en donde estaban sus padres? no necesariamente en el momento mismo del delito, la pregunta mas bien se aplica al momento en que estos niños comenzaron a mostrar indicios de violencia, ¿en donde estaban los padres? ¿se preocupaban estos por los resultados escolares de sus hijos? ¿eran niños de cinco, seis o siete de calificación en la escuela?
A todos nos queda claro que el pequeño Christopher provenía de una familia de escasos recursos pero no por eso debería ser normal el que estuviera rodeado de violencia y crimen, entonces, los padres de los niños que cometieron el delito, ¿a que se dedican? ¿cual es el grado de educación escolar con el que cuentan? ¿son criminales?  y si lo son, ¿son criminales comunes y corrientes o pertenecen a algún grupo de la delincuencia organizada? ¿En que escalafón se encuentran dentro del grupo criminal al que pertenecen?
La ley no prevé la corresponsabilidad de los padres en la comisión del delito por parte de un menor, pero debería hacerlo, en México estamos tapando hoyos en todos los sentidos, pero no prevemos realmente el que estos hoyos se generen y si de pedir justicia se trata, lo justo es que los padres de los niños criminales sean tratados como criminales.