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lunes, 25 de abril de 2011

La bancarrota del crimen.

Después de leer lo que ocurre con un autobús de pasajeros que se trasladaba del estado de Veracruz a Nuevo Leon, me pregunto ¿cuales son las motivaciones de los criminales para disparar a los autobuses en las carreteras? me queda claro que los que ejecutan estos actos reciben la orden y por el cumplimiento de esta un salario que, por lo que se sabe, no es un salario que los vaya a sacar de pobres y que pone a los que ejecutan estos actos en el peldaño mas bajo en la escala de la sociedad moderna, pero vuelvo a mi pregunta inicial, ¿Buscan de esta manera mandar mensajes al estado indicando que ahí siguen? pero ¿y la gente que iba a bordo de esos autobuses, que? se "entendería" que rafagearan convoyes militares, carros de policía o cualquier otro órgano a cargo del gobierno, pero a los autobuses donde viajan personas que nada tienen que ver ni con el narco ni con el gobierno, ¿para que?
Mal negocio es el que estos criminales torpemente están haciendo. En las empresas, que dependen del personal que las administra y dirige, si este personal toma decisiones que no son las adecuadas, que de alguna manera daña a la empresa, este personal es removido, sea por la junta de consejo o los dueños pues se antepone el bien del negocio al de las personas que lo dirigieron. ¿no debería estar pasando lo mismo en estas bandas de criminales? que líder del narcotrafico en su sano juicio, (si es que lo tienen) permitiria que cada vez sea mas el numero de personas que nada tienen que ver con el gobierno, ni con las bandas rivales, que pide sus cabezas.
Antes de que fuéramos testigos de esta escalada de violencia en el norte del país, a la mayoria de nosotros como que nos daba igual si oiamos en las noticias que agarraban al jefe de tal o cual cartel, hoy es diferente. y sin embargo estos "jefes" siguen sembrando miedo y al mismo tiempo odio, un odio difícil de cambiar, ese odio que no tiene mesura y que solo se ve aplacado cuando la persona de la que es objeto recibe el peor de los castigos.
Mal negocio es pues esta desmesurada respuesta del crimen "organizado" que dispara contra lo que se mueva literalmente, solo espero, como seguramente también lo esperan los pasajeros sobrevivientes del autobus rafageado, que como pasa a todo buen negocio que es mal dirigido este quiebre y pronto, muy pronto, se declaren en bancarrota.

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